El miedo es propio del ser humano, nos acompaña desde el momento en que nacemos hasta el día en que morimos. Es por tanto casi una obligación aprender a convivir con él. Eso sí, debemos partir de la base de que sentir miedo es normal y necesario en muchas ocasiones. Es un mecanismo de supervivencia.
Sin embargo, desarrollar miedos excesivos que vayan de la mano de crisis de ansiedad y de pánico puede ser un grave problema que requerirá de una solución apropiada. Debemos aprender a vencer el miedo para que no nos paralice. Pero ¿cómo superar el miedo? Un paso previo es reconocer los propios miedos e inseguridades.
Tipos de miedos más comunes
Todas las personas compartimos cinco miedos básicos de los cuales nacen casi todos los demás temores del ser humano. Los cinco miedos básicos son:
Miedo a la muerte: el miedo a dejar de existir proviene de la necesidad primaria del ser humano de sobrevivir. De él se derivan otros temores como el miedo a volar, a las alturas o todos aquellas fobias relacionadas con el riesgo de morir.
Miedo a perder nuestra autonomía: tiene que ver con la sensación de estar sometidos, atrapados, inmovilizados o paralizados por factores que no podemos controlar. Una de las fobias más comunes que se derivan de este miedo es la claustrofobia; pero también el miedo al compromiso.
Miedo a la soledad: este miedo es el opuesto al anterior. Se trata del temor al abandono, al rechazo o a sentir el desprecio de los demás. De este miedo se derivan los celos y la envidia.
Miedo a la mutilación: es el temor de perder cualquier parte de nuestra estructura corporal o que se vean afectadas algunas funciones del organismo. De este miedo nacen las fobias a los animales venenosos, a las catástrofes naturales o a la exposición de herramientas como hachas, machetes o sierras mecánicas.
Miedo a que el ego se vea dañado: es el miedo a la humillación, a pasar vergüenza o a las situaciones que puedan ocasionar una profunda desaprobación. Una de las fobias que se relaciona con este miedo es el temor a hablar en público, por ejemplo.
Claves para vencer el miedo
Asume que tienes un determinado miedo o fobia. Reconocer que tienes miedo es un paso fundamental. Debes partir de la base de que sentir miedo es algo natural y que probablemente tiene un motivo. Trata de encontrarlo.
Reconoce que no tienes el control. El día a día, por muy controlado y organizado que te parezca, tiene cierto grado de incertidumbre. Tu psique tiene mecanismos que se activan sin que puedas controlarlos y debes ser consciente de ello. Además, no puedes controlar a los demás o a la naturaleza.
Intenta no depender de los demás. No te escudes en pedir ayuda a otras personas para hacer aquello que a ti te da miedo. Si prolongas esa actitud, la capacidad para hacer frente a tus miedos disminuye.
No evites los miedos, confróntalos. La imaginación a veces nos juega malas pasadas y puede resultar más atemorizante que la realidad.
Amplía tu percepción. No te centres en analizar cómo afrontas tus miedos, observa a las personas de tu entorno. ¿Cómo afrontan sus miedos? ¿Hacen frente a las situaciones adversas? ¿Cómo? Una actitud curiosa es la mejor forma de aprender.
No confundas el miedo con la ansiedad. El miedo y la ansiedad no son lo mismo. La ansiedad se suele manifestar de forma generalizada en el cuerpo y es la respuesta a otras emociones latentes.
Recuerda, el miedo es solo eso, miedo. Si quieres conocer cómo superar el miedo, la mejor forma es afrontarlo y trabajar la confianza y el autoconociento. Solo se requiere de afrontar una fobia por primera vez para volver a repetir el proceso en futuras ocasiones, hasta que venzas el miedo.