El niño o niña cuando nace es un individuo pero aún no se le ha desarrollado su personalidad, esto es algo que no está dado al momento del nacimiento, sino que se forma y desarrolla como un reflejo individual del conjunto de relaciones sociales en que se desenvuelve, y de sus condiciones históricas de vida. El niño, al nacer, es solamente un individuo, una unidad biológica y fisiológica, y es en el proceso de su ontogenia, y por acción de la actividad y la comunicación en la apropiación de la experiencia social, se le irá desarrollando su personalidad.
1.1. Desarrollo de la personalidad.
Existen dos maneras de aproximarse a la pregunta sobre ¿qué es personalidad? La primera a partir de lo que se conoce por sabiduría popular, es decir desde una perspectiva lega o no científica, se entiende que la personalidad, es fundamental para comprender lo que las personas hacen o dicen y , en general, tiende a ser inferida a partir de los actos que realiza la gente en su vida cotidiana.
La segunda aproximación científica, tampoco está exenta de problemas dado que no existe una definición de personalidad aceptada por la mayoría de los teóricos dedicados a su estudio.
Hemos decidido asumir la definición de Larsen y Buss (2002), que afirma que la personalidad es el conjunto de rasgos y mecanismos psicológicos que posee el individuo, organizados y relativamente duraderos que influyen en sus interacciones y adaptaciones al ambiente intrapsíquico como físico y social.
Si consideramos el desarrollo de la personalidad desde una perspectiva contextualista interaccionista debemos señalar que en el desarrollo de la personalidad influyen múltiples factores, pero podemos destacar dos aspectos básicos como son la herencia y el medio.
La herencia es la predisposición genética, son las características peculiares que cada sujeto tiene desde el momento del nacimiento, las cuales vendrán determinadas por el código genético propio de cada individuo. Un ejemplo de esto sería el temperamento que se refiere a las característica motivacionales y emocionales, estilos de conducta relativamente estables que se manifiestan desde los primeros meses del nacimiento determinados, en gran medida, por factores genéticos
El medio, entendiendo por esto a todas las influencias ambientales con las que va interactuar el sujeto. Dentro de estas influencias podemos distinguir entre:
Influencias comunes: son el conjunto de valores, normas, creencias,… que la sociedad en que se encuentra inmerso el niño le va imponiendo.
Influencias personales: son particulares de cada sujeto y marcan su desarrollo Por ejemplo: la muerte de algún familiar, enfermedades, el nacimiento de un hermano, etc.
Por consiguiente, desde esta perspectiva, podemos afirmar que, el niño va configurando su personalidad partiendo de una predisposición genética y en su interacción con su medio físico y social.