La personalidad evitativa es un patrón de comportamiento caracterizado por la inhibición social, la sensación de ser socialmente inepto y la hipersensibilidad a la evaluación negativa. Las personas con personalidad evitativa tienden a evitar situaciones sociales y a restringir sus relaciones interpersonales debido al miedo al rechazo, la crítica o la vergüenza.
Suelen ser tímidas, temerosas de la crítica y tienen baja autoestima. Buscan constantemente la aprobación de los demás y pueden evitar actividades o situaciones nuevas por temor al fracaso o a la humillación. Este patrón de comportamiento puede afectar negativamente la calidad de vida de la persona, ya que limita sus oportunidades de socialización y desarrollo personal.
Es importante destacar que la personalidad evitativa puede tratarse con la ayuda de profesionales de la salud mental, como psicólogos o psiquiatras, a través de terapia cognitivo-conductual u otros enfoques terapéuticos que ayuden a la persona a superar sus miedos y mejorar su autoestima.