- Problemas de memoria: Olvidar información reciente o tener dificultades para recordar eventos importantes.
- Dificultades en la planificación y resolución de problemas: Experimentar problemas para planificar actividades diarias o resolver situaciones cotidianas.
- Desorientación temporal y espacial: Perder la noción del tiempo o lugar, incluso en entornos familiares.
- Cambios en el lenguaje: Dificultades para encontrar las palabras correctas, expresarse o comprender el lenguaje.
- Cambios en el juicio: Tomar decisiones inusuales o presentar dificultades para tomar decisiones razonables.
- Cambios en el estado de ánimo o personalidad: Experimentar cambios significativos en el estado de ánimo, la personalidad o la conducta.
- Problemas con tareas familiares: Dificultades para realizar tareas cotidianas, como manejar las finanzas o preparar comidas.
Si una persona presenta estos síntomas, es fundamental que se busque ayuda médica. La demencia puede ser causada por diversas condiciones, como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, entre otras. La detección temprana permite iniciar intervenciones y tratamientos que pueden ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de la persona afectada. Un médico especializado en enfermedades neurológicas, como un neurólogo, puede realizar evaluaciones y pruebas para diagnosticar la causa de los síntomas.