Los problemas de comportamiento son un hecho cotidiano que está alcanzando cotas recientes de interés y atención en nuestra sociedad. Las familias están cada vez más sensibilizadas acerca de los problemas de conducta en los niños, el comportamiento agresivo, los problemas de aprendizaje….
Los problemas de comportamiento graves en la adolescencia y juventud temprana y las conductas agresivas y delictivas se han incrementado progresivamente en la sociedad en general y en la nuestra en particular, provocando una gran preocupación social por cómo revestir ésta tendencia. El origen de estos graves desajustes puede encontrarse muchas veces en un desarrollo psicosocial deficiente, producto de unas pautas educativas desajustadas y una mayor disponibilidad y accesibilidad a modelos inadecuados. Estos factores promueven el mantenimiento o incremento de comportamientos disruptivos, en su origen, quizás normales, y que en ciertos casos pueden alcanzar gran gravedad.
El comportamiento normal en los niños depende de la edad, personalidad y desarrollo físico y emocional del niño. En ciertos casos el comportamiento de un niño puede ser considerado un problema si no cumple con las expectativas de la familia o si causa problemas de convivencia en ella.
El comportamiento normal o adecuado usualmente está determinado por el punto de vista social, cultural y del desarrollo que se adopte, siendo normal la aparición de brotes de comportamiento disruptivo en ciertas fases del desarrollo infantil. Estas conductas perturbadoras pueden variar mucho en cualidad e intensidad. Conocer por tanto, qué se puede esperar del niño en cada edad, ayudará a determinar cuando un comportamiento no es normal y hasta qué punto necesita una intervención orientada a un profesional.